LICENCIA COMMONS

lunes, 10 de diciembre de 2012

¡no tengo tiempo!


¡No tengo tiempo!
Me agobio no, tengo tiempo
Por más que lo intento,
No consigo que se pare el tiempo,
Entre los exámenes y escribir sonetos.

No me va a dar tiempo,
Y encima lo pierdo,
Escribiendo versos
Que no son mi malos, ni buenos.

Me entra el estrés, lo lamento,
Pero los versos que escribo,
Son lo que ahora siento,
Ya no pienso más
¡que no tengo tiempo! 

Alas tatuadas



No caigas en la melodía,
Pues sabes que tienes alas,
Pero eres un ángel con alas,
Aunque estas alas están tatuadas,

Mira hacia el cielo ahora,
En su azul veras esperanza,
Aunque tú no te lo creas,
Tus alas están tatuadas,

Piensa que no puedes volar,
Que no mereces esa posibilidad,
Pues estas muy deprimida,
Pero tus alas siguen estando tatuadas. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

El Mundo Mágico.



El mundo mágico.
Erase una vez, una princesa que vivía en un castillo, esa princesa se llamaba Ángeles.
La Princesa Ángeles estaba triste, por culpa de los invasores.
En su castillo no se celebra nada, ni una sola fiesta, ella se aburría viendo a los soldados ir de aquí para allá.
Un día la Princesa Ángeles, hablo con sus padres los Reyes del castillo y les conto todo esto, sus padres la dijeron que ellos no podían hacer nada, ellos no podían dejar pasar a los invasores, ya que nosotros tenemos responsabilidades para con nuestro pueblo.
-          Hija mía- dijo el Rey- tú eres una princesa y tienes que llevar un cargo muy grande sobre tus espaldas, eres responsable de tu pueblo.
¡Se enfado con sus padres, porque no la permitían hacer lo que ella quería y se marcho del castillo!
Mientras,  corría y lloraba, se dirigió al bosque donde desconocía que había lobos.
Poco a poco se fue adentrando en el bosque, hasta que llego al centro mismo del bosque, cuando se dio cuenta de que no conocía el lugar, se asusto e intento volver al castillo, pero no sabía cómo.
Pronto se dio cuenta de que estaba en un circulo formado por arboles, en cuyo centro había una seta, de color rojo con puntos blancos.
De pronto vio pasar una liebre perseguida por un lobo, el lobo de pronto se paro, a escasos metros de la Princesa.
De pronto Ángeles se asusto, el lobo la miraba fijamente y Ángeles comenzó a llorar, pues pensó que iba a morir.
Ella ahora más que nunca quería volver con sus padres, pero ni siquiera podía moverse del miedo.
Poco a poco el Lobo fue avanzando, mientras las lagrimas de Ángeles se deslizaban por sus mejillas, el lobo dio otro paso más y las lagrimas de Ángeles cayeron de sus mejillas, el Lobo volvió a acercarse un paso más comenzando a avanzar esta vez mas rápido hacia Ángeles, una de las lagrimas de Ángeles cayó en la seta, justo cuando el lobo estaba muy cerca de ella, una niebla de color azul celeste, les envolvió.
Tanto el Lobo como Ángeles miraban a la seta que poco a  poco fueron absorbidos por la seta.
Mientras caían y caían, parecía que todo daba vueltas a su alrededor sin parar, mientras caían el frio se hizo más fuerte, de pronto cayeron en una superficie sobre una masa de nieve, ella miro a su alrededor y allí, había unos enormes muñecos hechos con nieve, luces de colores, colgadas por los arboles.
Mientras tanto en el castillo, sus padres los Reyes, se sintieron mal por lo que le habían dicho a su hija y se dirigieron a su habitación, pero Ángeles no estaba, fueron entonces a la sala de invitados, pero tampoco estaba, entonces mandaron a los guardias a buscarla, pero en el castillo no estaba, mandaron pues a los guardias al pueblo, pero tampoco estaba Ángeles por allí.
El único sitio que faltaba era el bosque, los reyes estaban muy nerviosos, puesto que si Ángeles había entrado en el bosque estaba perdida.
Ya que en el bosque vivía una gran manada de lobos.
Mientras tanto, Ángeles se encontraba en un mundo mágico, el Lobo asustado intento llegar al bosque que estaba frente a ellos, ella se giro y se golpeo contra un palo que había justo enfrente, cayendo al suelo y al despertarse la dolía mucho la cabeza, vio un cartel que ponía Bienvenido al Polo Norte, ella jamás había visto este sitio, Ángeles se dirijo a un castillo que había frente al cartel, cuando estaba frente al castillo salió de su interior, un señor vestido de rojo, era regordete y llevaba una barba larga y blanca.
Ella se fue hacia él y le dijo:
-Perdóneme ¿puede responder a mis preguntas?- el hombre se rio con una sonora carcajada mientras asentía-¿dónde estoy, quien eres?

-Jojojo- dijo el hombretón y añadió- yo soy Santa Claus y estas en el Polo Norte- ella se sorprendió  un poco y dijo:
-¿aquí que celebráis?- el sonrió y respondió:
-¡Celebramos la Navidad!
Ángeles muy sorprendida pregunto:
-¿en qué consiste?
Santa Claus respondió:
-Bueno, en esta fecha yo salgo a repartir regalos a todos los niños buenos del mundo- en la miro sonriendo y añadió-¿qué regalos quieres tu?
Mientras esto ocurría, en el castillo todos estaban desanimados, por la desaparición de Ángeles, ya que no la encontraban.
Ángeles, ya había decidido sus regalos y dijo:
-Santa yo solo quiero dos regalos, el primero que en mi castillo se celebre la Navidad y el segundo quiero volver a mi casa.
Santa Claus se rio con su carcajada más fuerte, mientras decía:¡¡¡ Feliz Navidad!!!
Entonces despertó, justo en el centro del círculo del bosque junto a la seta, un guardia la vio y la recogió llevándola al castillo.
Cuando los Reyes vieron a su hija, la abrazaron, la besaron, la riñeron pero ella no se enfado porque lo entendió.
Ángeles les conto lo que había visto y a los Reyes les pareció bien, así celebraron la Navidad.