Estaba allí, con
aquella tía rara, a la que no parecía ver nadie, lo comento porque iba tan mal
vestida, que llamaba la atención.
Bueno me había salvado
la vida, hacia unos minutos si no me hubiera obligado a correr calle arriba y
salir de la plaza de los cubos, hubiera caído como una mosca en la miel.
Ahora ahí estaba
entrando en el corte Ingles de princesa con una persona mal vestida y sin
estilo.
En fin, por lo menos
no estaba buscando por tiendas donde todos me conocían, madre mía, hubiera sido
total.
Entramos en la planta
de señoras, pero ella pasaba observando la ropa como si no fuera con ella, miraba
a los maniquíes con cara de asco.
Así que decidí
llevarla a la planta juvenil, pero tampoco parecía estar muy emocionada, en
aquella.
Aunque la obligue a
entrar al probador y probarse varias prendas, no parecían ser su estilo y no parecía
estar cómoda con ellas.
Sin embargo hubo algo
que me llamo la atención, en la planta mas infantil se había prendado de los
tutus infantiles, así que se me ocurrió llevarla a mi casa y vestirla allí,
tenia ropa que la podía quedar bien, era menuda y delgada, por lo que algunas
cosas la quedarían bien.
La convencí para
salir e ir a mi casa ella sonrió y en lugar de hacia abajo me hizo subir, no sé
como narices lo hacía pero yo subía.
Cuando llegamos
arriba sin previo aviso se abrió la puerta que daba a la azotea, una bestia
gigante estaba allí mirándome con unos enormes ojos rojos.
Y ella dijo sube, la
calle no es segura.
No quería hacerlo
pero subí, y volando llegamos a mi casa.
Iba subida sobre un dragón?
O esto era un sueño?
No me quiero depertar.